SALUD VISUAL
Glaucoma
El glaucoma es un padecimiento que ocurre cuando la presión del líquido que se encuentra dentro de los ojos va aumentando gradualmente. Este aumento de presión puede causar pérdida de la visión e incluso ceguera. Actualmente, al Glaucoma se le considera una neuropatía por lesión o por tener pérdida de funcionalidad del nervio óptico, la cual puede estar originada por múltiples causas.
Causas
Delante del ojo existe un espacio pequeño llamado "cámara anterior". El líquido del ojo entra y sale por este espacio para humedecer y nutrir los tejidos. Por razones que hasta el día de hoy son desconocidas, cuando una persona tiene glaucoma, el líquido sale muy lentamente del ojo, ocasionando que se acumule y aumente la presión dentro del ojo o que se produzca líquido en exceso y de igual manera se acumule la presión. Si no se controla, puede dañar el nervio óptico al igual que otras partes del ojo y causar la pérdida de la visión.
Incidencia
Cualquier persona puede tener glaucoma, pero algunas personas corren mayor riesgo como:
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Personas con descendencia afroamericana mayores de 40 años
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Mayores a 65 años
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Antecedentes familiares de glaucoma
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Diabetes mellitus
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Enfermedades cardiovasculares
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Inflamaciones importantes del ojo
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Miopía
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Tratamientos con corticoides
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Un globo ocular pequeño (más frecuente en pacientes con hipermetropía)
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Antecedentes de lesiones en el ojo
Existen varios tipos de glaucoma, entre los cuales existe el congénito, el cual puede ser detectado al observar un desarrollo anormal en el órgano ocular de pacientes que aún son bebés.
El glaucoma secundario es uno de los menos graves y sus causas pueden ser el abuso de los fármacos semejantes a los corticosteroides de uso prolongado o no manejados de manera adecuada por un especialista, específicas enfermedades sistémicas o traumatismos.
También puede desarrollarse el glaucoma de tensión anormal, es decir, aparece con valores de presión intraocular normal. En un ojo sensible, esta puede afectar al nervio óptico.
ATENCIÓN: Una presión intraocular elevada no tiene por qué indicar la existencia de glaucoma. En este caso, la tolerancia del ojo al aumento de presión es mayor y no se daña. Al aumentar la edad puede aumentar la presión intraocular y es un factor normal.
Glaucoma
Síntomas
En general, el glaucoma puede evolucionar durante largos periodos de tiempo sin síntomas reconocibles, es decir, es asintomático. Normalmente, el paciente no siente dolor. Si la presión intraocular sigue aumentando se puede producir un edema corneal (acumulo de líquido en la córnea), y es posible que aparezcan halos luminosos alrededor de las luces.
Existen otros síntomas que se pueden relacionar al glaucoma, pero no siempre pueden estar presentes, como cuando el ojo se vuelve muy duro y muy rojo, cuando la pupila no reacciona a la luz o cuando el paciente tiene un intenso dolor y sufre disminución de la visión y náuseas y vómitos.
Diagnóstico
En algunos casos es necesario un seguimiento durante varios años para diagnosticar un glaucoma. El oftalmólogo va a hacer el diagnóstico mediante la medida de la presión intraocular, por la exploración del polo anterior del ojo y de la exploración del ángulo de la cámara anterior, además de estudios específicos como lo son el estudio de los campos visuales, de OCT(tomografía) de nervio óptico y HRT.
Tratamiento
El glaucoma requiere un tratamiento oftalmológico específico. Éste dependerá de la forma en la que se haya manifestado la patología y del tipo.
Ningún tipo de glaucoma se puede curar, pero en la mayoría de los casos, es controlable.
Los tratamientos más comunes son:
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Medicamentos: Pueden ser gotas oftálmicas o píldoras. Hay medicamentos que alivian la presión dentro del ojo ya que reducen la velocidad con que entra el líquido y existen otros medicamentos que ayudan a que el líquido salga.
Para la mayoría de las personas con glaucoma, el uso regular de medicamentos logra controlar la presión del líquido dentro del ojo. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos medicamentos quizás ya no sean efectivos.
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Tratamiento con Láser: Si las gotas no fueran suficientes para disminuir la presión intraocular, existe la opción de un tratamiento con láser (tratamiento no adecuado para todos los casos ya que no se consigue disminuir la presión de forma total y permanente). De ser así, el paciente tendrá que ser sometido a cirugía, la cual tiene como objetivo la creación de un drenaje artifical para el humor acuoso y así disminuir la presión intraocular.